Ir al contenido principal

La confusión y el placer de tener 30 👶


   

  ¡Hola a todos!  

    Si estás leyendo este post es porque estás cerca de los 30's, ya estás en tus 30's o estás por salir de los 30's y mil ideas se te están cruzando por la mente justo en estos momentos. Pero no te estreses mucho, claro, crecer es horrible, aterrador, estresante y confuso. Sin embargo al mismo tiempo es emocionante, te diré por qué: 

01.- Empiezas a ver las cosas con claridad: 

    Tu personalidad ya está definida, ya sabes lo que te gusta, lo que no te gusta, qué límites poner en tus relaciones interpersonales y eso es, en definitiva, madurez. 

02.- Tus objetivos no son los mismos que en tus 20’s: 

    Gracias a que ahora ya estás en una etapa más madura y ves las cosas con claridad, tus objetivos se hacen más tangibles, más reales, están más a tu alcance, por ejemplo: yo antes decía que me casaría con Zac Efron para poder utilizar su apellido, ahora sé que no necesito casarme con él para tenerlo, puedo simplemente hacer un trámite para cambiarme el nombre y listo… o mudarme a donde sea que esté él, conquistarlo, enamorarnos y entonces sí tendría su apellido. 

03.- Eres más conciente de tu cuerpo:

     Para bien o para mal, ahora ya sabes qué es lo que tienes que cuidar de tu cuerpo. Ya aprendiste que las desveladas no son buenas porque al siguiente día a duras penas te podrás levantar. Ya eres conciente de los peligros de tener el colesterol y los triglicéridos elevados. Estás al tanto de que debes tomar 2 litros de agua al día y ahora sabes que tus rodillas nunca estarán mejor que, precisamente, este día. 

04.- Tus amistades ahora sí son verdaderas:

    Las amistades que lograron trascender la barrera del tiempo a través de todos estos años, ahora sí sabes que son verderas, que están ahí por tu persona y no por otros intereses. Ya te han visto en las buenas, en las malas y en las peores, y siguen ahí contigo. "Aguantar" tanto tiempo, a mi ver, implica amor verdadero, y en cuanto a las nuevas amistades se puede decir que ahora te vuelves más selectivo con ellas, porque ahora no dejarás que alteren tan fácilmente tu paz mental. 

05.- Las cosas parecen haberse calmado:

    Al final de mis 20’s estaba aterrorizada porque creía que ya se me había pasado el tiempo y no había hecho ni logrado nada, pero no es así, es apenas aquí cuando empiezas a cosechar los frutos de tu pasado y también a fijarte nuevas metas, pero con una visión más madura. 

06.- Empiezas a amar estar en casa:

    El plan de estar fuera, de fiesta, tomando alcohol, realmente ya no es tan atractivo, ahora tu emoción es llegar a tu casa, acostarte en tu cama y simplemnte descansar y tener tiempo para ti. 

07.- No hay una forma escrita en la que te digan cómo debes vivir tu vida: 

    Para esta edad muchos de tus amigos ya están casados, tienen hijos, van por su segundo divorcio, están viajando por el mundo, otros están estudiando otra carrera, están cambiando de trabajo, etc. y todo es totalmente aceptable porque, precisamente, no existe una manera correcta o incorrecta de cómo vivir cada estapa de tu vida. 

08.- Te das cuenta de que tu tiempo es oro:

Ya no haces cosas “por compromiso” como antes. Aprendiste a decir “no” sin sentirte culpable. Valoras tu tiempo como nunca y lo usas en lo que realmente te nutre: leer, dormir, cuidar plantas, ver tus series favoritas por quinta vez o simplemente quedarte en silencio sin culpa. Tu paz vale más que quedar bien con todos.

09.- Te reconcilias con la idea del cambio:

Ya entendiste que cambiar de opinión, de trabajo, de ciudad, de carrera o de pareja no es un fracaso. Al contrario, es parte del crecimiento. Lo que antes veías como inestabilidad, hoy lo reconoces como evolución. Y eso es poder.

10.- Empiezas a elegirte a ti:

Finalmente comprendes que ponerte como prioridad no es egoísmo, sino autocuidado. Comienzas a sanar heridas, a dejar relaciones que ya no te aportan, y a rodearte de personas, espacios y hábitos que te hacen bien. Y lo mejor: ya no necesitas validación externa para saber que vas por buen camino.


Así que, si estás en tus treintas (o cerca), respira: no lo estás haciendo mal.

Estás creciendo, cambiando, aprendiendo, tropezando y volviendo a empezar… como todos.

La vida no se acaba a los 30, de hecho, apenas comienza a tomar forma.

Y si todavía te sientes perdido, recuerda que incluso el GPS recalcula la ruta cuando te sales del camino. 😌

Comentarios